La palabra “energía” no presenta un significado consensuado en nuestra sociedad actual, por lo que no podemos saber cómo la interpreta cada uno. Por lo tanto, prefiero hablar DE Y DESDE LA EXPERIENCIA DIRECTA.
Sepamos simplemente que la energía, aquello con lo que trabajamos en Integración Dinámica es una UNIDAD. Que cada porción está completamente vinculada con lo demás, en una interrelación absoluta, en la que cada pequeña modificación afecta al todo y a cada parte. De esta forma, aquello que nos afecta en lo personal, influye en lo colectivo y viceversa.
La energía se expresa con un movimiento pulsátil, de contracción-expansión, al que llamamos “Frecuencia Vibracional”. Las variaciones en la frecuencia determinan la “Cualidad” de la energía y producen todo el abanico de los estados posibles de la existencia, tanto las manifestaciones materiales como inmateriales.
“Qué es entonces, en última instancia la materia, sigue siendo un misterio a los ojos de las ciencias formales. La materia en sus porciones más reducidas puede comportarse indistintamente tanto como onda o como partícula.
El hecho se atribuye a que, probablemente, la materia misma no es algo así como una “cosa”, (material) sino que es también energía sutil. Así, todo lo que conocemos no sería otra cosa que energía en sus diferentes expresiones”.[1]
Tenemos registros de referencias a una fuerza como una unidad inmaterial que da origen a la vida en las tradiciones ancestrales de los 4 continentes. Entre las más populares, la palabra “prana”, en India, se remonta al 2000 aC, y el Qi, de la medicina tradicional china, al 1400 aC. Las ciencias, por su lado, llegaron a la física quántica, que reformula la concepción material de la realidad, y otorga a la conciencia la capacidad de influir en ella, hace ya dos siglos.
Hoy en día, podemos decir que tenemos todo dado para actualizar la concepción de la realidad. Nuestra premisa es que la Realidad es energía. La materia sería un estado de la energía que la constituye. La concepción materialista de la realidad gestó una cultura centrada en la materia, materialista, en la que se plantean problemas y soluciones materiales.
Muchísimos conflictos se producen porque la materia es limitada. Se define por el límite. Está sometida a las leyes de tiempo y espacio.
La realidad energética, en cambio, podemos decir que supera estos obstáculos. Se rige por otras leyes. Es infinita. Y, es modificada por la conciencia. Yendo incluso un poco más allá, podríamos plantear que la Realidad, y los obstáculos mismos, son definidos por nuestras creencias.
Nadie intenta lo que cree imposible. Por lo que, si creemos que la materia no se altera con la conciencia, entonces nunca lo intentamos, y jamás logramos desarrollar la habilidad necesaria.
De niños, en cambio, aprendimos a manejar nuestro cuerpo, tomamos conciencia de cada miembro, y aprendimos a controlarlo porque vimos que era posible, y de hecho todos lo hacían!
La propuesta de ID es tomar conciencia de nuestra Realidad Energética y luego, aprender a dominarla con nuestra voluntad. Por esto, no es una técnica sino un “Estado de Conciencia Ampliada”. Es integrar en la conciencia la experiencia suprasensible, en la que percibimos el fluir de la energía por dentro nuestro y más allá del límite de la propia piel. Es una forma de participar conscientemente a la Realidad energética.
Generalmente, somos totalmente inconscientes del flujo energético que nos atraviesa e influye. Somos víctimas de vampirismo, manipulación, agresión, y todo tipo de tratos energéticos sin siquiera notarlo. El objetivo de los talleres de Integración Dinámica es contribuir a la construcción de una Cultura de la Energía. A que todos puedan percibir la realidad más ampliamente para que el despliegue de la conciencia nos permita tener mayor libertad de elección. Las decisiones que tomamos entonces, nacen desde un estado de comprensión de la totalidad, mas allá de las impresiones egoístas o defensivas. Es una forma de sanar, no solo en lo personal, sino también lo social y la comunidad que formamos con el mismo universo. Tal vez se podría decir que es una revolución, en tanto se trata de conquistar el deseo de armonía, en lugar de someterse a la inconsciencia con la que vivimos cotidianamente.
El Estado de Integración Dinámica es un cambio cualitativo en la forma en que percibimos el mundo, a nosotros mismos y a los demás, que nos lleva a un replanteo profundo de nuestra existencia y sentido. La experiencia de integración a la realidad fluyendo en nosotros es totalmente transformadora. No hay vuelta atrás. La conciencia desplegada se percibe integrada a la unidad de la que es un engranaje. No se va en contra de otro en Estado de Integración porque la fantasía individualista es derribada por la experiencia directa: el otro y yo simplemente estamos siendo uno mismo. La divulgación del Paradigma Energético y del Estado de Conciencia Integrada, por lo tanto, nace del deseo de compartir una experiencia tan sanadora como encesaria: la paz.
El objetivo de los talleres de formación es compartir una herramienta que después cada uno decidirá libremente cómo usarla. Habrá entonces quienes permanezcan desprotegidos por la vida, quienes ejerzan su fuerza sobre los demás, quienes sean pasivos, compasivos, quienes hagan increíbles destrezas y, por supuesto, todos haremos lo que podamos. Cuanta más conciencia tengamos, simplemente más podremos hacer. Como describe la física cuántica (y tantas tradiciones a lo largo del mundo), la conciencia tiene el poder de modificar la realidad. Internalizando el paradigma energético, experimentando el Estado de Integración, estamos en condiciones de hacer libre uso del mismo!
PROFESIONAL