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Integración Dinámica

Un espacio para el despliegue de la salud intra, inter y transpersonal

“Un Estado de Conciencia Ampliada en el que

nos Percibimos Integrados a la Dinámica del Universo”

Consultas e inscripción al Taller Integracion Dinamica:




    Se aprende en tres niveles mediante talleres de formación

    Nivel 1: Puede tomarse en forma independiente y sirve para desarrollo personal. Aprendemos a ampliar la conciencia para percibir la energía sutil, dentro, fuera ya través de nuestro. Empezamos a reconocer sus cualidades y movimiento. Desbloqueamos, sanamos e instalamos el Eje Vertical de Yo, el Eje Horizontal Social y el Eje Sagital Histórico. Experimentamos el Estado de Integración Dinámica como experiencia sanadora y mística. Elevamos nuestras vibraciones y desplegamos nuestro campo sutil.

    Nivel 2: Manejo voluntario de la energía sutil. Desarrollo de otros canales de percepción suprasensible. Limpieza. Protección. Autosanación.

    Nivel 3: Sintonización (producir una frecuencia vibracional a voluntad). Rastreo (detectar trastornos en el campo sutil). Sanación.

     PROFESIONALES

    El medio en el que vivimos es una unidad en la que los diferentes elementos se influyen mutuamente en una relación orgánica. Modificamos de hecho el ambiente y éste nos modifica. La propuesta es tomar conciencia de esta relación y aprender a manejarla. Al ampliar la percepción kinestésica sutil, más allá el borde de la propia piel, experimentamos en forma directa la continuidad de un medio fluido que trasciende el límite del individuo. Sentimos cómo la cualidad del exterior ingresa en mí, me constituye, me modifica, es a su vez modificado por mí, y sigue el intercambio en un movimiento constante que todo lo vincula.

    A medida que desarrollamos la percepción, decodificamos mejor y más ampliamente estímulos inmateriales y podemos dejarnos llevar por el movimiento de circulación, por lo que estamos siendo en ese momento con el entorno, como una hoja es mecida por el viento. O bien podemos decidir dirigir el flujo sutil imprimiendo el propio movimiento, como quien empuja el agua para nadar. La vivencia de integración, intra, inter y transpersonal puede ser reveladora y enriquecer nuestra experiencia de la realidad. La Integración Dinámica no es una técnica ni tiene protocolos porque es una herramienta. Se busca ampliar la propia experiencia de la existencia, integrando nuevos registros para ser más libres.

    Es necesario una personalidad estable y flexible (como base de la salud psíquica) para sobrellevar la desestructuración de la noción de yo y de mundo que trae la experiencia de integración. ¿Dónde empiezo y termino? ¿qué es el afuera y el adentro? e incluso ¿qué es el yo o la individualidad? Son algunos de los conceptos que generalmente se movilizan con la práctica. Por lo tanto, la experiencia de Integración Dinámica se trabaja empezando por un sólido anclaje en la realidad y siempre acompañada de un proceso de desarrollo personal.

    Ejercitando el estado de integración voluntaria con cierta frecuencia, llegamos a instalarlo en forma definitiva, o bien a recuperarlo instantáneamente en cuanto nos lo proponemos. Con la práctica se desarrolla no sólo la percepción sino la capacidad de modificar el flujo y la cualidad de la energía sutil incluso sólo con la voluntad. Esta aptitud tiene beneficios tan amplios como aplicaciones posibles. Podemos entonces, por ejemplo, “sintonizar” con otra persona en forma instantánea para generar una circulación sana y amorosa, libre de “trabas” y “ruidos” en la relación. Sí, dije instantáneamente y así es… Demoramos a lo sumo unos tres segundos, el tiempo que nos lleva suspirar, que es una forma inconsciente del organismo para establecer una modificación en el orden energético. Podemos modificar nuestra energía interna, produciendo cambios en la circulación desequilibrada. Con una práctica tan simple como efectiva, mejoramos nuestro humor, salud y relaciones. Aprendemos también a registrar cuándo es necesario y cómo cerrarnos para protegernos de influencias negativas del exterior, ya sea del ambiente o de otras personas. 

    Cuando enfocamos la atención en el flujo interno podemos descubrir y trabajar los obstáculos que impiden la expresión de la salud personal. Al trabajar sobre la circulación interpersonal, se revelan los vínculos sutiles con los otros, se previene, se sana y se desarrollan las relaciones. Y, finalmente, cuando nos enfocamos en el intercambio transpersonal, se amplía exponencialmente la experiencia del Ser.